En teoría, los banqueros, que cobran más de un millón de dólares al año, deberían vivir sin preocuparse por tener suficiente dinero para llegar a fin de mes.
Sin embrago, según indican algunos de ellos, en realidad están cerca de la bancarrota.
Sin embrago, según indican algunos de ellos, en realidad están cerca de la bancarrota.
Según publicó el portal británico eFinancialCareers, para algunas personas que trabajan en los servicios financieros, un millón de libras (aproximadamente 1,6 millones de dólares) es simplemente lo que se necesita para cubrir el costo de su vida.
"En realidad no parece tan raro de encontrar a banqueros de Wall Street que están cerca de declararse en bancarrota. Algunos de ellos están realmente apurados", explicó Gary Goldstein, cofundador de la firma de EE.UU. de búsqueda de ejecutivos e inteligencia competitiva Whitney Partners.
Louise Cooper, ex vendedora en Goldman Sachs y analista financiera en Cooper City opina, a su vez, que este tipo de personas tienen un estilo de vida muy caro. "Siempre tienen una niñera, una casa muy grande y sus niños estudian en escuelas privadas. Todo esto hay que pagarlo", señala Cooper y agrega que con una tasa impositiva máxima del 45% tienen que ganar dos veces más para pagar por todo el lujo que les rodea.
En EE.UU., la cuestión de los impuestos también es muy importante. "Después de pagar los impuestos, el millón de dólares se convierte en alrededor de 600.000", explica Goldstein.
Los expertos creen que el verdadero problema de estos 'pobres' ricos es que no tienen ninguna otra solución, ya que cuando una persona trabaja en el sector bancario, siempre está rodeada de gente que gana mucho dinero y se ve obligada a participar en este 'juego del lujo'.
Algunos psicólogos consideran que además se trata de la profunda necesidad psicológica de grandes cantidades de dinero provocada por ciertas crisis internas de estas personas, cuando se sabe que para ser felices, los seres humanos normalmente necesitan pocas cosas: alimentos, calor, luz y probablemente lo más importante: seguridad emocional.
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