La situación de inseguridad y la violencia que testifica el pueblo yemení, pese a la injerencia de los extranjeros en ese país árabe so pretexto de acabar con ello, se intensifica diariamente.
Según funcionarios petroleros y locales, miembros de tribus han atacado este jueves el principal oleoducto del país, ubicado en la zona de Wadi Obaida, sita en la provincia central de Marib.
El ataque, ha interrumpido los flujos desde los campos de Marib hasta la terminal petrolera de Ras Isa, sobre el mar Rojo.
De acuerdo con fuentes, se necesitan varios días para reparar el oleoducto y reiniciar sus actividades.
El último ataque perpetrado contra ese oleoducto tuvo lugar la noche del miércoles, apenas horas después de que se repararan los fallos causados debido a una incursión anterior.
Desde 2011, Yemen sufre con frecuencia bombardeos y ataques de su principal oleoducto, efectuados por miembros de tribus en demanda para resolver disputas territoriales o la liberación de sus compañeros, entre otros.
Estos daños causados en la industria petrolera del país árabe han resultado en una ola de preocupación, tanto a nivel nacional como a nivel internacional, pues los presupuestos del Gobierno de Saná depende hasta un 70 % de la exportación de crudo; al mismo tiempo que cuenta con una posición estratégica en el mundo.