El reproche de un cura a los dolientes de un entierro en la pedanía malagueña de San Luis de Sabinillas (España) ha desatado ira de los vecinos, que han reunido 1.505 firmas para que lo sustituyan.
"Callaos. Porque si no os calláis no hago la misa. Y si no hago la misa, no se entierra". Eso fue lo que dijo el párroco Nicolás Timpu durante el funeral del joven de 25 años José Luis Benítez, fallecido en accidente de tráfico el pasado septiembre.
La madre del joven fallecido, Trinidad Campos, contó a Efe que cuando una sobrina suya le reprochó al sacerdote lo que había dicho, éste le dijo que se callase "porque le podía pasar lo mismo" que a su primo.
Por otro lado, Campos ha explicado que el párroco ha colocado unos carteles en la iglesia con "consejos para vestir a la hora de acudir a la parroquia, como llevar falda por debajo de las rodillas y poco escote". También denuncia que en otra ocasión este sacerdote le negó la misa de comunión a una niña porque dijo que "estaba llena de pecado y que iba a arder en el infierno".
Otros testigos cuentan que el cura "puso villancicos" en otro funeral o que en el entierro de una niña de 10 años comentó que "él sabía que iba a morir y que ahora se la estaban comiendo los gusanos".
La madre, que ha reunido las firmas en quince días, ha señalado que si consigue que sustituyan al párroco, aunque no va a misa habitualmente, ha hecho "la promesa de asistir a la iglesia y a misa descalza durante un año, aunque llueva".
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