
Mientras que las tormentas de nieve ocurren en el Medio Oriente, éste era muy temprano en el invierno y más intensa de lo normal. La tormenta paralizó a Jerusalén de 30 a 50 centímetros (12 a 20 pulgadas) de nieve, dejando sin electricidad a algunos 15.000 hogares. La nieve cierra carreteras de montaña que conducen a la ciudad, aislando efectivamente Jerusalén fuera, según informes de prensa. Amman, Jordania, recibió cerca de 45 cm (18 pulgadas) de nieve, y el Líbano y Siria también fueron inusualmente frío y nevoso.
Elevaciones más bajas cerca de la costa recibieron lluvias torrenciales durante la tormenta, lo que resulta en inundaciones. Unas 40.000 personas se vieron obligadas a evacuar las zonas inundadas en Gaza, informó la Associated Press. Las inundaciones no son visibles en esta escala, pero los penachos de marrón y verde de sedimento son visibles en el Mar Mediterráneo a lo largo de la costa. Estas plumas pueden ser causados por las inundaciones y se escapan, aunque, aguas turbias tormentosos también pueden traer a la superficie del sedimento.