Oslo, 17 dic (PL) Un estudio de la Universidad de Bergen muestra que los habitantes de Mangareva, pequeña isla de la Polinesia francesa, utilizaban un tipo de aritmética binaria 300 años antes de que el matemático alemán Gottfried Leibniz creara el sistema binario.
El hallazgo, que aparece publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences, sugiere que los seres humanos podrían tener una capacidad innata para esta aritmética.
La teoría de Leibniz plantea un sistema de numeración que se representa utilizando solamente ceros y unos, que es la base de la computación actual.
Los seres humanos utilizan sistemas integrados de números en base a 10, quizás más fáciles de asimilar en cualquier cultura al poder contar con 10 dedos.
Los estudiosos se fijaron en los habitantes de Mangareva, una isla volcánica cuyos primeros pobladores llegaron entre los años 500 a 800 de nuestra era.
Incluso antes de 1450, según datos arqueológicos encontrados, esa gente utilizaba un sistema de números tradicional que añadía tres pasos binarios sobre la estructura común basada en el decimal y que solucionaba la desventaja del sistema binario, que es que un gran número requieren una gran cantidad de dígitos.
Los indígenas tenían nombres de los números de 1 a 10, y después de 10 multiplican por varias potencias de dos. La palabra Takau (K ) significa 10; paua (P), significa 20; Tataua (T) es 40, y Varu (V) significa 80. Así, 70 es TPK y 57 es TK7, según la revista Nature.
Investigadores muestran que este sistema mantiene las simplificaciones aritméticas fundamentales del sistema binario, en el que no es necesario memorizar un montón de hechos numéricos pero sigue solo unas cuantas reglas sencillas (Por ejemplo, 2Ã-K=P y 2Ã-P=T).
Según los autores, este sistema de recuento único surgió de las necesidades de la vida cotidiana en la isla, como contar artículos con valores diferentes en las transacciones comerciales, como los frutos del árbol del pan -muy común en la zona-, las tortugas o los peces.
Los investigadores opinan que estos sistemas de conteo representan herramientas culturales complejas que impulsan la cognición numérica, incluidas convenciones que pueden parecer difíciles de manejar para los que no pertenecen a esta comunidad, pero que en realidad son cognitivamente ventajosas.
Según sus autores, el estudio pone de manifiesto la capacidad innata de los seres humanos para el cálculo sofisticado y destaca el papel de la cultura en la evolución de la cognición numérica.
Sobre ese particular, algunos investigadores incluso sugieren que el cálculo binario es más antiguo que la cultura Mangareva, y que puede remontarse a la antigua China, en el siglo IX antes de nuestra era.
También se cree que los mayas utilizaban combinaciones de sistemas binarios y decimales muy sofisticados para estudiar los fenómenos astronómicos.