A batazos fue asesinado un agricultor, por al menos tres desconocidos, quienes luego de buscarlo en su residencia, le obligaron a salir a la calle y le ultimaron con múltiples golpes, en el sector La Blanca, zona rural del municipio Ayacucho.
El crimen de Wilmer Javier Romero Quintero, de 38 años, sucedió a las dos de la madrugada del viernes, cuando el trabajador se encontraba durmiendo en su vivienda y fuera llamado desde el exterior de la casa, por varios sujetos.
De acuerdo con las versiones de las autoridades policiales, la víctima estaba en compañía de su esposa e hijos, cuando inesperadamente fue alertado por los gritos de un hombre, quien requería que éste le atendiera frente a la casa, llamado al que asistió sin ningún tipo de desconfianza, pues aseveran las fuentes, que el trabajador no quería exponer al resto de su familia.
El trabajador agrícola al salir de su casa, según afirman los testimonios, sostuvo una conversación con uno de los desconocidos y éste se lo llevó al menos unos cien metros distante de la casa, aparentemente, bajo amenazas fue obligado a arrodillarse, orden que la víctima cumplió, pero inesperadamente fue atacado a batazos por uno de los tres individuos que requirieron su presencia en la calle.
A sangre fría y sin ningún tipo de contemplación, el trabajador agrícola fue golpeado salvajemente en la cabeza, lo que provocó la muerte de manera instantánea.
En medio de la oscuridad de la noche y amparados por la espesa vegetación que reina en la zona, el grupo de homicidas escapó del sector sin dejar ningún tipo de rastro.
Angustiados por el no retorno del trabajador a su vivienda, sus familiares optaron por salir a buscarlo, pero encontraron ya inerte al hombre en medio de la vía pública, por lo que alertaron a los organismos policiales.
Funcionarios de la Policía del estado Táchira, Politáchira, fueron los primeros en llegar a la escena del crimen y posterior al arribo de estos, arribaron detectives del Eje de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas, cuyos integrantes practicaron las experticias de rigor y traslado del cadáver a la morgue del Hospital Central.
Sobre los móviles del crimen, existe la presunción que quienes perpetraron el hecho, puedan estar vinculados a grupos de presuntos paramilitares, pues hace menos de quince días que en la misma zona, miembros del Sebin y del Cuerpo de Investigaciones Penales y Criminalísticas, sostuvieron un enfrentamiento armado con paramilitares de la agrupación Los Rastrojos, evento en el que fue abatido un irregular y heridos otros dos más, que lograron darse a la fuga.
No se descarta que los miembros de este grupo hayan asesinado al labriego en una aparente retaliación, al sospechar que fueron delatados por los residentes del área rural, entre ellos el agricultor, pues este estaba radicado en inmediaciones donde se efectuó el enfrentamiento entre las autoridades y los irregulares.
El humilde trabajador, además de ganarse la vida con labores propias del campo, era pastor evangélico y padre de nueve hijos.
La aparente presencia de miembros irregulares en el sector rural de La Blanca, provocó que los hijos y esposa del agricultor asesinado, abandonasen el predio por temor a una incursión del grupo de homicidas.