
Una investigación de especialistas de las universidades de Connecticut en Storrs, Tennessee en Knoxville, Universidad Médica de Carolina del Sur en Charleston, Universidad Cornell en Ithaca, Nueva York, y el Departamento de Fauna, Flora y Pesca de Luisiana halló que los cetáceos de esa zona tienen cinco veces más probabilidades de tener enfermedad pulmonar de moderada a grave.
También comprobaron los estudiosos que el 25 por ciento de los delfines presentaba un peso corporal inferior al normal, y que la población en su conjunto tiene niveles anormalmente bajos de ciertas hormonas.
De un grupo de 29 delfines de la bahía de Barataria sometidos a minuciosos exámenes físicos y médicos, incluyendo análisis ultrasónicos para evaluar su condición pulmonar, un 48 por ciento mostró un pronóstico de reservado a mal, mientras 17 por ciento se consideró grave, y posiblemente morirán.
Muchos de los estados de enfermedad observados en esos animales son poco comunes y se corresponden con la exposición tóxica a hidrocarburos, tras el referido desastre de la plataforma de perforación petrolera, ocurrido en 2010, señalaron los investigadores.
Según Lori Schwacke, científica de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés), nunca se vio un porcentaje tan elevado de animales muy enfermos.