
El impacto sucedería el 5 de febrero de 2040 con una probabilidad de 1 entre 625. En los próximos años, cuando el cuerpo celeste se encuentre a una distancia conveniente de la Tierra, los científicos obtendrán datos más precisos sobre la trayectoria del 2011 GA5 y su colisión con la Tierra.
Este impacto provocará la muerte de millones de personas, pero la humanidad no se extinguirá, aseguran los científicos.