El régimen de Al Saud continúa con las deportaciones de los inmigrantes etíopes que acudieron al reino en busca de poder dar un sustento a su familia con el sudor de su frente.
La cifra de migrantes etíopes que regresan a su país deportados de Arabia Saudí ya supera los 140 000, ha informado este miércoles la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
En un comunicado, la OIM también ha declarado que "Etiopía y la OIM están esperando la llegada de 35 mil inmigrantes más, procedentes de las ciudades de Riad (la capital), Yeda (oeste) y de Medina.
Debido a la afluencia masiva de repatriados, la OIM ha pedido a la comunidad internacional un apoyo financiero para poder dar asistencia humanitaria a los deportados.
El pasado 18 de noviembre, el régimen de Al Saud, haciendo caso omiso a las amplias protestas y la furia de la comunidad internacional por el comportamiento inhumano de los saudíes para con los trabajadores inmigrantes, deportó a más de 2 540 indocumentados etíopes de Arabia Saudí.
A principios de este año en curso, Riad puso en marcha una ofensiva a gran escala contra los trabajadores indocumentados, después de que expirara un período de gracia que había sido concedido el pasado mes de abril a los residentes irregulares para que arreglaran su situación jurídica en el país.
El trato inhumano, incluidas torturas y violencia, dispensado por las fuerzas de seguridad saudíes a los inmigrantes, especialmente a los procedentes de Etiopía, se ha saldado en los últimos días con al menos tres etíopes muertos y varios heridos.
En Arabia Saudí trabajan entre 9 y 11 millones de obreros provenientes de países del sureste de Asia y África, como La India, Bangladés, Filipinas, Paquistán, Yemen, Egipto y Etiopía.