Más de 7.000 pacientes de una clínica dental de Tulsa, Oklahoma (EE.UU.) podrían haber quedado expuestos al virus causante del VIH y a la hepatitis B o C, informaron las autoridades sanitarias estadounidenses.
La alerta se disparó después de que uno de los pacientes diera positivo en la prueba del VIH pese a no haber estado expuesto a factores riesgos. La investigación determinó que la fuente del contagio era la clínica del Doctor Scott Harrignton.
Las autoridades sanitarias del estado de Oklahoma detectaron numerosas violaciones del código deontológico, como, por ejemplo, la incorrecta esterilización durante años de los instrumentos utilizados en la clínica, pese a que el médico sabía que varios de sus pacientes eran portadores de enfermedades infecciosas.
También se descubrió que varios ayudantes trabajaron allí sin contar con el título. El responsable de la clínica, actualmente bajo investigación, el doctor Scott Harrington, un dentista con más de treinta años de experiencia, dejó inmediatamente la práctica el pasado 20 de marzo tras conocer los resultados de la investigación.
Miles de pacientes podrían haber resultado contagiados desde 2007, razón por la que las autoridades han pedido a los notificados que se sometan a análisis y despejar las dudas, ya que los infectados podrían no haber experimentado síntomas durante años.
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