El caso más grave de médicos asesinos podría haberse producido en Brasil.
La investigación de la actividad de la doctora Virginia Soares de Souza revela que esta puede haber matado a unos 300 pacientes para liberar camas en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Evangélico en la sureña ciudad de Curitiba.
En todos los casos los pacientes murieron de la misma manera: se les administraban relajantes musculares y se les reducía el suministro de oxígeno, provocándoles la muerte por asfixia.
De Souza fue detenida en febrero por sospechas sobre ciertas muertes en el hospital pero la investigación está arrojando resultados espeluznantes. Los investigadores no descartan que pueda haber más casos porque en los últimos siete años han muerto 1.700 pacientes en la unidad de cuidados intensivos.
Si se confirman los casos que se le imputan, el número de muertes de la médica brasileña superará el del doctor Harold Shipman, médico inglés que asesinó a 215 pacientes.
RT |