MIAMI, Florida, EE.UU. (EFE).- La iniciativa de un profesor universitario de Florida de hacer que sus alumnos escribieran la palabra “Jesús” y luego pisaran las hojas donde lo habían escrito generó tal controversia que hasta el gobernador intervino y la Universidad tuvo hoy que pedir disculpas.
“Estoy seriamente contrariado por las recientes acciones en la facultad de la Universidad Atlántica de Florida”, escribió el gobernador de Florida, Rick Scott, en una carta remitida al rector de ese centro, Frank T. Brogan.
La institución educativa tuvo que salir al paso y prometer que no volverá a ocurrir, en vista de la polémica que ha generado el hecho de que un profesor de la asignatura de comunicaciones interculturales le dijera a sus alumnos que escribieran en grandes letras la palabra “Jesús” en un papel.
Luego les indicó que lo pusieran en el suelo y que, después de tomarse un tiempo para pensarlo, se pusieran sobre él y dijeran lo que sentían.
En su escrito, Scott expresa sus dudas sobre “las lecciones que estamos enseñando en nuestras clases” y sobre el respeto de los derechos de los alumnos, y pide un informe exhaustivo sobre el incidente y sobre cómo ha sido gestionado.
Además, exige a la universidad un compromiso de que no se vuelven a dar “lecciones” como ésta, a la que califica de “ofensiva e incluso intolerante para los cristianos y para los creyentes de cualquier fe que se merecen ser respetados”.
“Ahora que entramos en la semana que recuerda la pasión de Cristo, este incidente hace que me preocupe mucho por las lecciones que estamos enseñando a nuestros alumnos”, añadió el gobernador, que recordó que en este país se protege la libertad religiosa.
La respuesta de la Universidad no se ha hecho esperar y en la página de entrada de su web se puede leer hoy un mensaje en el que detalla lo ocurrido, defiende sus valores y se compromete a no repetir un ejercicio así.
“Debido a la naturaleza ofensiva del ejercicio, no lo vamos a volver a hacer y hemos pedido disculpas a la comunidad. Era insensible e inaceptable. Seguimos pidiendo disculpas a todas las personas que se sintieron ofendidas y lamentamos profundamente esta situación que se ha producido”, apunta el mensaje.
Añade que “ningún estudiante se vio obligado a participar en el ejercicio” y que “el profesor le dijo a todos los estudiantes en la clase que podrían elegir si querían participar o no”.
“La Universidad da mucha importancia a sus valores fundamentales (…), respeta todas las religiones y da la bienvenida a personas de todas las religiones, orígenes y creencias”, concluye.
Uno de los alumnos aseguró haberse negado a hacer el ejercicio y dijo que fue amonestado por el profesor, algo que también ha generado mucha polémica, pese a que la Universidad niega que eso sea cierto.
Scott dijo haber hablado con el alumno en cuestión personalmente y le felicitó por tener “la valentía de dar la cara por su fe”.