Reino Unido: Se consolida el 'Speed Flatmating': reunirse en un bar para conseguir un compañero de apartamento.

Citas rápidas para una convivencia duraderaEl escenario: un bar de moda en el centro de Londres, unos 100 desconocidos con etiquetas en el pecho en las que se leen nombre y precio (‘Mathew/£ 600 mensuales’,
‘Julia/£ 130 semanales’). No venden ni compran nada en concreto, pero sí buscan algo; no es la media naranja, una aventura romántica o un amigo incondicional (aunque podrían hallarlos). Estas personas buscan un compañero de apartamento.

Citas rápidas para una convivencia duraderaLa capital británica es una de las ciudades más caras del mundo. El alquiler mensual de un modesto inmueble de dos habitaciones, no muy central, cuesta el equivalente a 3 millones de pesos, a lo que hay que sumarle los servicios.
La única opción que tiene la mayoría de estudiantes y profesionales jóvenes es alquilar una vivienda entre varios o subarrendar habitaciones. De cualquier forma, compartir gastos. La cuestión es con quién.

La idea de reunir a las personas que publicaban anuncios virtuales nació hace nueve años en SpareRoom, un portal inglés para alquilar habitaciones. Lo llamaron Speed Flatmating, algo así como ‘emparejamiento rápido de compañeros de apartamento’ y se ha ido consolidando.

“La idea era reproducir el sistema de las citas rápidas para buscar pareja, que dan un tiempo limitado para que la gente intercambie información”, comenta Ben Craft, organizador de estas reuniones. Sin embargo, se dieron cuenta de que entre los potenciales compañeros no había flechazos, por lo que era mejor dejar que las citas transcurrieran a su propio ritmo. Para asistir a las reuniones de Speed Flatmating hay que pagar 2 libras esterlinas (unos 6.000 pesos). “Son encuentros abiertos, vienen personas de todo tipo –cuenta Craft–. Puedes ver gente con traje y corbata o en sandalias”. La edad de los asistentes oscila entre los 18 y los 38 años, pero eventualmente va gente mayor.

“Aunque he buscado habitación en Internet, pierdo mucho tiempo haciéndolo. Aquí, en un solo sitio, encuentro a varias personas que las ofrecen. En media hora he conocido a tres que están interesadas en mí”, comenta Nuno Sena, un estudiante portugués.

¿A quién llevar a casa?

Adam Sample y Dwayne Brand hablan animadamente con una cerveza en la mano. Sample tiene una habitación disponible –de la cual lleva fotografías impresas– y Brand necesita una. Parece que hay química. “Este es un ambiente más relajado para conocer a alguien. Si una persona me interesa, podemos hablar de más cosas”, subraya el arrendador.
Las reuniones permiten conocer mejor a los candidatos. Aunque siempre existe el riesgo de hacer contacto con un psicótico, un ruidoso o un coleccionista de basura, este sistema parece más eficiente que Internet, uno de los medios más utilizados en el Reino Unido para buscar compañero de apartamento –sobre todo, la red social Facebook–.

“Hablar es más cómodo aquí, en territorio neutral. La gente se nos acerca y pregunta lo que quiere saber. Por Internet, a veces eso no es tan fácil”, afirma Richard. Él, Damien y Regilin comparten apartamento. Hace unas semanas, el cuarto compañero volvió a su país después de terminar sus estudios. Han venido los tres, con fotos en una tableta, para ofrecer la habitación y conocer a los candidatos por ocuparla.

¿Qué posibilidades de éxito hay? Las reuniones duran dos horas y cada asistente intercambia datos con diez personas, en promedio. Unos se van con las llaves. Otros, con las manos vacías.

Connie Randall, profesora de francés, acudió a una de estas citas hace dos meses. Disponía de un cuarto, pero no tenía tiempo para concertar entrevistas con los interesados. “Fui a Speed Flatmating y conversé con ocho candidatos. Me di cuenta de que con una de ellas, Amy, teníamos mucho en común. Una semana después, ya compartíamos la casa”.

Craft reconoce que no todos consiguen a la persona ideal en la primera reunión y aclara que su empresa no busca emparejar a nadie: “No ofrecemos el servicio de una agencia, sino el tiempo y el espacio para que la gente comparta información. Es simplemente una alternativa a la búsqueda por Internet. Se trata de tener una cita con un posible compañero de apartamento y conocer gente al mismo tiempo”.