La Corte de Apelaciones del estado australiano de Nueva Gales del Sur ha permitido a un ciudadano pertenecer al 'tercer sexo', aparte de masculino y femenino. De esta forma Australia sigue los pasos de Pakistán, India y Tailandia.
Norrie May-Welby, de 52 años, fue quien obtuvo esta victoria legal. Nació hombre en Escocia y se mudó a Australia con sus padres, donde con 28 años se operó para convertirse en mujer, pero tampoco se sintió cómodo y dejó de tomar hormonas.
En 2010 Norrie fue oficialmente declarado de "sexo neutro", su certificado de nacimiento fue reemplazado por uno que reza que es de "sexo no especificado". El mismo año las autoridades de Nueva Gales del Sur advirtieron a Norrie que el cambio no era válido y que había sido "expedido por error".
Norrie apeló la decisión y ha ganado. Como escribe el diario australiano 'The Sydney Morning Herald', la Corte de Apelaciones revocó el fallo de que todo el mundo debe ser catalogado como hombre o mujer. Norrie finalmente va a ser catalogado como "sin sexo".
El demandante dijo que la decisión es un reconocimiento oficial de que no todas las personas son "inequívocamente masculinas o femeninas". "Aceptamos que la mayoría de la gente son hombres o mujeres, pero la ley debe incluir a todo el mundo", explica el australiano.
En este país hay miles de ciudadanos andróginos y neutros que podrían beneficiarse de esta nueva directiva jurídica.
Además, hay hermafroditas, es decir, personas nacidas con genitales de ambos tipos, y otros que han decidido simplemente no pertenecer a ningún sexo a pesar de tener las características físicas de un hombre o una mujer. Según la Sociedad Intersex de América del Norte, el caso de bebés con genitales ambiguos ocurre en cada 1500-2.000 nacimientos.
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