EEUU : La agresión sexual no se trata con seriedad

PicEE.UU. , país que alega defender los derechos humanos e incluso critica a otros en este sentido, no solo no ha podido controlar la violencia de género,
sino que ésta se ha extendido y profundizado, tanto en la sociedad como en el Ejército estadounidense, lo que contradice los principios y reglas internacionales.
El primer artículo de la declaración sobre la erradicación de la violencia contra la mujer define lo siguiente:
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“A los efectos de la presente declaración, se entiende por "violencia contra la mujer" cualquier acto basado en la violencia de género, que tenga o pueda tener como resultado un daño sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada.”

El tema de las agresiones sexuales se sigue repitiendo en EE.UU. Un nuevo informe ha dado a conocer un aumento de cerca del 35% de los casos de agresión sexual en el ejército. El departamento de Defensa de EE.UU. informó que el año pasado se registraron 26 mil casos de delitos sexuales en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos. Los datos del informe suponen casi 70 agresiones al día; además, destaca que una de cada cinco mujeres soldados en Estados Unidos ha sido víctima de contacto sexual no deseado por parte de sus colegas.

Las frecuentes casos de violación de género en EEUU han puesto en peligro la credibilidad de uno de los más poderosos ejércitos del mundo. La agresión sexual no es para nada algo nuevo entre los soldados que están al servicio de las Fuerzas Armadas estadounidenses, ya que se ha convertido en algo rutinario e incluso la propia secretaría de Defensa norteamericana publica anualmente un informe al respecto.

De acuerdo con el departamento de Asuntos de Veteranos de EEUU, la agresión sexual contra mujeres en el ejército estadounidense es dos veces mayor de lo que ocurre en la sociedad.

En el caso más reciente, un oficial norteamericano, a cargo de la prevención de delitos sexuales en las filas castrenses, cometió aquel delito que debería prevenir. El teniente coronel Jeff Krusinski fue arrestado por agredir sexualmente a una mujer. El mismo ya ha sido separado de su cargo, en espera de los resultados de una investigación sobre las acusaciones. Krusinski fue jefe del programa de prevención y respuesta a las agresiones sexuales de la Fuerza Aérea.

También militares de alto rango de EEUU están involucrados en estos escándalos. El general David Petraeus dimitió el año pasado de su cargo como director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), por una relación extramatrimonial; caso que salpicó al general John Allen, jefe de la misión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Afganistán.

Los amplios casos de violación preocuparon al exsecretario de Defensa de EE.UU., Leon Panetta, de tal manera que pidió una revisión de los programas que existen en materia de formación moral, y subrayó la importancia de reforzar los altos estándares éticos para evitar la pérdida de la confianza pública en el Ejército de EEUU. Sin embargo, no se produjo ningún cambio en el proceso de capacitación de los militares estadounidenses e incluso aumentó la cifra de agresiones sexuales, algo que ya ha preocupado al presidente Barack Obama, quien advirtió sobre los actos de violencia sexual dentro de las Fuerzas Armadas bajo su mando y los calificó de repugnantes y traición a los valores militares.

Los actos y el comportamiento perversos se están desarrollando de una manera notable en EE.UU., entre ellos se pueden mencionar los escándalos sexuales en iglesias católicas del país y la legalización del matrimonio homosexual en varios estados. La raíz de los escándalos surgidos en la iglesia católica se encuentra en la prohibición del matrimonio de los curas, algo que ha involucrado incluso a los propios obispos en diferentes escándalos como abuso de menores y pedofilia.

Los escándalos sexuales entre militares estadounidenses no se limitan a su territorio nacional. Este fenómeno se ve mucho más entre las tropas desplegadas en otros países, así como Afganistán, Irak, Japón y Corea del Sur. En Japón, dos soldados estadounidenses robaron y violaron a una mujer japonesa veinteañera en la isla de Okinawa; una agresión que desató manifestaciones en las que afloró el sentimiento antiestadounidense entre los japoneses. En otro escándalo registrado en esta misma isla en 1995, un grupo de militares norteamericanos violó a una niña de 12 años.

A pesar de todos estos casos registrados, tanto en EE.UU. como en otros países del mundo, donde se encuentran desplegadas tropas estadounidenses, no se ha tomado una medida estricta al respecto, ya que los mismos comandantes de las fuerzas están implicados en este tema. Por lo tanto, es poco probable que se materialice el anhelo del presidente Barack Obama:

“Para aquellos de uniforme que hayan experimentado algún tipo de abuso sexual, quiero que escuchen directamente de su comandante en jefe que les cuido las espaldas. Les apoyaré. Y no vamos a tolerar esto. Tendrán que rendir cuentas”.