Un incendio forestal que destruyó por lo menos cinco estructuras y amenaza otras 1,000 cobró fuerza durante la noche, acercándose peligrosamente a dos poblaciones al pie de las colinas del norte de Los Ángeles.
Vientos erráticos azuzaron las llamas hoy por la mañana en el Bosque Nacional Angeles, lo cual derivó en la evacuación de casi 1,000 casas en Lake Hughes y Lake Elizabeth, dijeron las autoridades.
El empleado civil Matt Corelli, del Servicio Forestal, dijo a The Associated Press que cinco estructuras fueron destruidas. Agregó que podría tratarse de casas, pero los bomberos esperaban a que hubiera más luz solar para realizar una plena identificación.
"Es la única cifra que hemos podido confirmar", indicó.
Por lo menos otras 10 estructuras resultaron dañadas.
Patty Robitaille, de 61 años, recogió fotos personales y documentos antes de huir de su casa de Lake Hughes con su perro, Roxie, a medida que se acercaban las llamas el sábado por la noche. Agregó que su casa figura entre las primeras en la dirección por la que avanzaban las llamas.
"A medida que uno se alejaba podía verse cómo ardía el poblado", dijo al periódico Los Angeles Times. "No creo que vaya a quedar mucho en pie".
Los equipos contra incendios que trabajan en un terreno de difícil acceso esperaban para el domingo un clima más frío tras una elevada temperatura la víspera.
El viento empujó las llamas en diversas direcciones en las zonas montañosas afectadas, creando rescoldos que generaron brotes generalizados de fuego, los cuales tomaron rumbos diferentes.
El incendio ha sido contenido en un 20%.
Una enorme columna de humo pudo ser vista el sábado desde amplias zonas del norte del condado de Los Ángeles, y las autoridades del medio ambiente dijeron que la calidad del aire no era recomendable para realizar ejercicios físicos agotadores.
El incendio comenzó el jueves justo al norte de la planta hidroeléctrica No. 1 cerca de Los Ángeles, lo cual ocasionó unas 200 evacuaciones en la zona montañosa de Green Valley.
Las evacuaciones siguen en vigencia en el campamento de Cottonwood y dos granjas para delincuentes juveniles a lo largo de la carretera Lake Hughes Canyon.
Las llamas son alimentadas por una maleza muy tupida y seca que no han ardido por más de 10 años.
La causa del incendio está siendo investigada.
Por otra parte, las cuadrillas de bomberos en Nuevo México combatieron incendios forestales que han consumido miles de hectáreas además de amenazar viviendas y edificios, lo cual ocasionó numerosas evacuaciones.