El Gobierno checo declaró el estado de emergencia. Esto fue debido a las inundaciones en Praga y otras ciudades producidas por la subida de las aguas de sus ríos.
En diversas partes del país continúa la evacuación de la población. En Praga fueron cerradas al menos ocho estaciones de metro.
A orillas del río Moldava los bomberos levantaron barreras de metal contra las aguas, voluntarios llenan y apilan sacos con arena.
En la República Checa murieron al menos dos personas. Otras cuatro personas fueron dadas por desaparecidas. En varias zonas de este país están cortadas las vías del tren y las carreteras.