Algunos miembros de la coalición rebelde Séléka en la República Centroafricana (RCA) que habían dejado sus armas a pedido de los militares franceses, fueron asesinados por los grupos armados cristianos.
Los rebeldes Séléka, furiosos de la invasión militar de Francia a su país, han advertido, este jueves, que si las tropas francesas permanecen en la República Centroafricana comenzarán un genocidio en todo el país.
Francia está cometiendo un grave error. Ellos están aquí para proteger a los civiles, pero cuando un miembro de Séléka deja su arma y se convierte en civil, ¿por qué ellos no lo protegen? esto es injusto, ha preguntado un exmiembro de Séléka.
El Ejército francés está siguiendo el camino de los grupos armados cristianos y deja solo a los musulmanes, ha añadido.
Los testigos informan de que la mayoría de los rebeldes Séléka han huido a las partes norteñas del país antes de que las tropas francesas lleguen a desarmarlos.
La coalición rebelde Séléka, encabezada por el líder Michel Djotodia, tomó el control de Bangui, capital de la RCA, el 24 de marzo del año en curso, tras lo cual el entonces presidente, François Bozizé, escapó del país.
Desde entonces, por una parte, los choques entre hombres armados y agentes de la coalición rebelde y, por otra, entre los partidarios de Bozizé y los soldados del Ejército, han sumido a la nación en el caos, excusa de la que se ha aprovechado Francia para intervenir en el país.
Por otra parte, Francia reforzó la semana pasada el despliegue de sus tropas en Bangui hasta alcanzar los 1600 efectivos, en una operación respaldada por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (CSNU).
Se trata de la cuarta intervención francesa en el continente africano, sumamente rico en recursos naturales.