
Después de un período de sequía y un mes de noviembre que ha sido “el más cálido de los últimos 60 años”, dice el sitio web del Patriarcado Latino de Jerusalén, “los líderes religiosos de las tres grandes religiones monoteístas en Tierra Santa han instado a sus seguidores a orar por la lluvia. Que ha llegado a principios de diciembre, como una bendición para la tierra y sus habitantes. Sin embargo, estas precipitaciones, debido a su fuerza repentina, implican riesgos. Una ola de nieve ha caído en Oriente Medio en los últimos días de 2013, cubriendo de nieve Jordania, Líbano, Israel y Palestina”. La gran cantidad de lluvia ha empeorado las dramáticas condiciones en que viven muchos de los casi 2 millones de refugiados sirios desplazados en Líbano y Jordania.