Predicciones de la sibila cairota Djoy Ayad

Su predicción sobre las nevadas en Egipto para finales de 2013 parecía inverosímil, pero resultó acertada. Ahora, la sibila cairota Djoy Ayad hace nuevos pronósticos para Egipto y otros países.
Científicamente sería incorrecto decir que en Egipto no había nevado nunca, pero las observaciones meteorológicas de los últimos ciento veinte años no registraron nada parecido. En 2013, en El Cairo nevó por primera vez en muchas décadas. En algunos barrios de la capital egipcia los termómetros marcaron de noche solo tres grados centígrados. El viernes pasado, en El Cairo se registró el peor frío diurno de los últimos ciento veinte años: siete grados centígrados. Una capa de nieve cubrió esta y otras regiones del país. En Alejandría, se decretó el estado de emergencia y se cerró temporalmente el puerto. En el Sinaí y algunas otras regiones, el espesor de la capa de nieve alcanzó entre tres a cinco centímetros.
Para la población de un país donde la media de las temperaturas en invierno es de dieciocho grados centígrados, las nevadas fueron una dura prueba. Las viviendas en Egipto no están provistas de calefacción centralizada, solo tienen aire acondicionado. La gente carece de ropa térmica que no le había hecho falta hasta ahora. Nadie suponía que iba a nevar ni siquiera los meteorólogos.
Por lo visto, la única persona que previó esta situación y la predijo incluso con fecha fue la astróloga y numeróloga Djoy Ayad. Hace algún tiempo, esta sibila cairota compartió sus previsiones con La Voz de Rusia, en aquel momento ya dijo que en Egipto nevaría a fines de año.
Con anterioridad, la “reina de las predicciones”, como la llaman en su país, vaticinó la caída de dos regímenes políticos, el de Hosni Mubarak y el de Mohamed Morsi, e hizo muchos otros pronósticos con una certeza increíble.
Por las calles nevadas de la capital egipcia, el corresponsal de La Voz de Rusia llegó a la casa de Djoy Airad, quien estaba sentada en su despacho con un abrigo grueso y una gorra para protegerse del frío que había profetizado.
–¿Cómo se siente usted viendo por la ventana toda esta nieve?
–Me siento muy bien, aunque tengo mucho frío, igual que el resto de los cairotas. Por supuesto que ver arboles cubiertos de nieve en Egipto es algo fuera de serie. Pero debo adelantarles que esta no es la última nieve en El Cairo este invierno. La ciudad entera se llenará de nieve. En muchos países hará frío. Y será un frío extraordinario. El clima deparará numerosas sorpresas en esta región, aun antes de que termine el año, sobre todo en países como Arabia Saudí, Kuwait y Emiratos Árabes. Y en cuanto al año que viene, en el que Asia del Este será llamado Año del Caballo, yo lo llamo Año del Cielo que Habla, porque será un año de cambios globales tanto en los asuntos prácticos físicos, como en la esfera espiritual.
–¿Estos cambios no serán necesariamente para peor?
–Los egipcios pueden estar tranquilos, porque el año 2014 resultará generalmente favorable para este país, como también para muchos otros. Tanto más que los dígitos de 2014 suman siete (2 +1 +0 +4 = 7), y el siete, de acuerdo a la Torá, la Biblia y el Corán, es el número de la perfección. Me agrada felicitar al pueblo egipcio por la llegada de un año bajo el signo del siete. En 2013 hubo muchas separaciones y divorcios, y en 2014 habrá muchos encuentros y bodas.
El siete es el número de la victoria y el triunfo. En muchos pueblos, dos dedos separados en forma de la “v” latina significan “victoria”. Entre los árabes, este es el símbolo del siete. Este número tiene un gran poder. Se sabe que Winston Churchill atribuía muchos de sus triunfos a la energía de esta cifra. El siete tendrá mucha importancia para Rusia y para Egipto. En 2014, ambas naciones tendrán éxito, pero antes deberán pasar, como de costumbre, por una serie de importantes pruebas. Cabe decir que el año que viene habrá un notable acercamiento entre ellas.
El pronóstico para el Líbano no es muy alentador: los libaneses tendrán que esforzarse al máximo por impedir lo peor. Deben ser muy precavidos evitando cualquier conflicto. El siete no resultará bueno tampoco para EEUU. El año que viene, ese país puede sufrir graves cataclismos naturales. La sociedad estadounidense se verá tremendamente dividida, lo que puede marcar el principio del fin de ese EEUU al que estamos acostumbrados.
–¿Cuál es su pronóstico para La Voz de Rusia en el año que viene?
–Las palabras La Voz de Rusia equivalen al número siete, que ya mencionamos. Como dije, es el número de la victoria. La Voz de Rusia tendrá un buen año al menos al 90 %, si no al 100 %.
LaVozdeRusia