
La obra estará financiada por un magnate sionista y ocupará 9000 m2 del barrio árabe de Sheij Yarrah en Jerusalén, Al-Quds, en el mismo lugar donde antes habitaban palestinos que fueron expulsados por las autoridades israelíes.
Con esta construcción, el régimen de Israel vuelve a hacer caso omiso de las leyes internacionales. La judaización del territorio ocupado palestino no es nada nuevo, pero en los últimos meses esta política de ocupación está acelerándose y tomando características más intensas.
Mientras el régimen israelí derrumba a sus anchas en territorio palestino ocupado, va sumando crímenes de guerra, casi atropelladamente antes de que la comunidad internacional despierte de su ciego letargo.