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Una regla y un par de cuadernos son suficientes para enviarte a la trena en Egipto. Un adolescente permanece arrestado desde hace tres semanas por llevar el símbolo de los partidarios del derrocado Mohamed Mursi en su material escolar. Lejos de recular, la fiscalía ha prologando esta semana su cautiverio y ha ordenado la detención de su padre y dos profesores por inducir al joven a portar un icono que "incita a la violencia y ofende a las fuerzas armadas".Jaled Mohamed Bakara, de 15 años, estrenó pesadilla el 25 de noviembre. Aquel día un profesor descubrió en su pupitre una regla, un cuaderno y un diario decorados con los cuatros dedos que los islamistas han elevado a emblema desde que el pasado 14 de agosto el feroz desalojo de la acampada de Rabea (el cuarto, en árabe) se saldara con cientos de fallecidos. El director del instituto de un pueblo de Kafr el Sheij, en el delta del Nilo, alertó a la policía del hallazgo y el joven fue interrogado por el fiscal de una ciudad cercana.
Dos días después, Jaled fue detenido mientras la fiscalía investigaba la denuncia de pertenecer a "grupo proscrito" y estar en posesión de material con un "símbolo que incita a la violencia y ofende a las fuerzas armadas". Las autoridades han renovado esta semana su arresto y han ampliado el cerco al solicitar la detención de su padre y dos profesores por empujar al joven a exhibir el símbolo usado por los acólitos de Mursi en las protestas que organizan a diario desde el golpe de Estado de julio.
"Una decisión ilegal"
Las organizaciones de derechos humanos locales han denunciado la tropelía. Para la Red Árabe para la Información de los Derechos Humanos, se trata de una "decisión ilegal, arbitraria e injusta". La organización pide la liberación inmediata del joven, la retirada de los cargos y la apertura de un expediente contra el magistrado que lleva el caso. "El fiscal general debería castigar a quienes tomaron esta medida porque el castigo y la rendición de cuentas sólo deben aplicarse por violar la ley y no por expresar opiniones", señala la Red en un comunicado.
Amnistía Internacional, que ha iniciado una campaña internacional para exigir su excarcelación, considera que el estudiante es "un preso de conciencia, detenido únicamente por ejercer su derecho a la libertad de expresión". La organización denuncia además que Jaled ha sido recluido en comisarías de policías junto a presuntos delincuentes a pesar de ser menor de edad. Actualmente se halla confinado en la prisión de Kafr el Sheij con otros siete menores.
Desde la asonada, las autoridades egipcias han lanzado una dura campaña de represión contra Hermanos Musulmanes y aliados, a los que acusan de promover el terrorismo y propagar el caos. Cientos de seguidores del ex presidente han muerto y miles -entre ellos, el núcleo duro de la cofradía- han sido detenidos. La agrupación, con una amplia red de caridad, ha sido ilegalizada. Una docena de organizaciones de derechos humanos locales han reclamado una investigación imparcial del desalojo de las acampadas islamistas de Rabea al Adauiya y Nahda que se cobró cientos de vidas en agosto.
