Dentro de dos años, 2015, la gonorrea puede ser intratable en Reino Unido si no se hace algo al respecto. Esta es la advertencia de una especialista inglesa en el área de transmisión sexual quien este martes informó que la resistencia a antibióticos está convirtiendo la enfermedad intratable.
Los casos de gonorrea en ese país han aumentado un 25%, una tendencia que no es ajena a otras partes del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año 106 millones de personas se contagian de esta enfermedad de transmisión sexual.
Un panorama que se vuelve aún más desalentador si se toma en cuenta que varios países, como Australia, Francia, Japón, Noruega, Reino Unido y Suecia, "han notificado casos de resistencia de esta infección a las cefalosporinas, la clase de antibióticos que representa la última opción contra la gonorrea", de acuerdo con la OMS.
Esta enfermedad puede causar una dolorosa infección, infertilidad y –en algunos casos– inflamación fatal en la zona del cerebro.
Agotando las opciones
Para curar la gonorrea, los doctores utilizan antibióticos cada vez más fuertes, pero el problema es que se les están acabando las opciones.
Al respecto, Cathy Ison, jefa del laboratorio de gonorrea que forma parte del departamento de Salud Pública de Inglaterra, explicó que la bacteria que causa la gonorrea es muy inteligente.
"Históricamente siempre ha desarrollado resistencia a antibióticos. Pero la diferencia en esta oportunidad es que no tenemos una nueva clase de antibióticos para atacarla", le dijo Ison a la BBC.
"Una vez que se haga resistente a la que usamos ahora –y ya estamos viendo una tendencia hacia ello, estamos viendo pacientes en toda Europa que no responden al antibiótico– entonces puede convertirse en intratable, al menos que salgamos con nuevos fármacos o nuevas estrategias".
Si la gonorrea no se puede tratar, puede causar complicaciones en el paciente, especialmente en la mujer.
Escenario desconocido
La especialista señaló que si bien no es común que esta enfermedad lleve a la muerte, "no sabemos lo que pasaría si dejamos de tratarla. Actualmente no la consideramos una enfermedad de trasmisión sexual fatal porque la tratamos".
Cathy Ison aclaró que no tiene conocimiento de que en este momento se esté creando una nueva clase de antibiótico para la enfermedad.
"Estamos estudiando la posibilidad de volver a usar viejos antibióticos en conjunto o combinados a fin de prevenir tratamientos fallidos".
Para evitar un escenario apocalíptico, hace dos años la OMS hizo un llamado "a ejercer una vigilancia más estrecha del uso correcto de los antibióticos y a realizar más investigaciones en torno a otras opciones de tratamiento de las infecciones gonocócicas".
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