Washington prevé suministrar 100 millones de dólares en un nuevo paquete de ayuda humanitaria a Siria. Los expertos señalan que Occidente estimula el conflicto, especulando sobre el bienestar del pueblo sirio.
El dinero, como subrayan fuentes gubernamentales, no irá destinado a los rebeldes sirios, sino al propio pueblo. En opinión de Eladio José Armesto, vicedecano del Colegio de periodistas Cubano-Americanos, se trata de "la estrategia del Gobierno de EE.UU. para dar la impresión que le interesa la seguridad y el bienestar" de la población civil de Siria, mientras junto con sus aliados "está estimulando el conflicto bélico".
"No se puede estar diciendo ante los pueblos del mundo que uno apoya la paz, apoya la democracia y respeta los derechos humanos cuando se están armando grupos mercenarios, grupos terroristas dentro de Siria que están trabajando no solamente contra el Gobierno de Siria, sino contra directamente la población civil para crear un estado de terror dentro del país y destruir toda la infraestructura que la población civil necesita", dijo en declaraciones a RT Armesto.
Además, EE.UU. estudia la posibilidad de que Siria se divida tras el conflicto en varias partes que combatirán entre sí, según algunos oficiales involucrados en el plan. Para este caso, negocia con Jordania establecer una zona colchón en la frontera entre ambos países.
La medida se aplicará en el territorio jordano, con lo que las fuerzas norteamericanas ubicadas en él podrían tomar un rol más activo. Damasco declaró en reiteradas ocasiones que la creación de dicha zona sería una agresión militar externa.
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