El Ejército sirio ha descubierto una remesa de gas tóxico sarín durante una operación contra los insurgentes en la ciudad de Hama, en el oeste de Siria, según informa la agencia siria SANA.
Concretamente, dos bombonas de sarín se encontraban ocultas en el barrio de Al-Faraieh, que últimamente ha sido escenario de violentos enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes armados.
El pasado 30 de mayo en Turquía fue detenido un grupo de supuestos milicianos del Frente Al Nusra (parte de la insurgencia en Siria que está vinculada a Al Qaeda) por presunta posesión de armas químicas.
Siria acusa a la oposición armada de usar sustancias tóxicas en su lucha contra las fuerzas gubernamentales. Por su parte, los rebeldes denuncian el uso de armas químicas por parte del Ejército sirio, pero un equipo de investigadores de la ONU dijo no haber encontrado evidencias que confirmen esas denuncias.
El gas sarín, clasificado por la ONU como arma química 687, es un gas transparente que casi no tiene olor y que no solo puede penetrar en el organismo por vía respiratoria, sino que también se absorbe por la piel. En condiciones meteorológicas moderadas el sarín podría propagarse por un área de hasta 20 kilómetros de diámetro.
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