Las noticias procedentes de la República Checa se asemejan a los partes de los frentes de batalla. “La culminación de la crecida de las aguas del río Moldava se registrara hoy martes”.
“Un empleado de una compañía energética fue víctima de las inundaciones”. “Más de trescientos presos se ofrecen voluntariamente para prestar ayuda a las personas en las regiones afectadas”. “El ferrocarril que conduce a Melnik puede sufrir las consecuencias de la destrucción de un dique y la repetición de la terrible inundación del año 2002”. “En el Moldava se han reforzado las barreras de defensa”.
“Un empleado de una compañía energética fue víctima de las inundaciones”. “Más de trescientos presos se ofrecen voluntariamente para prestar ayuda a las personas en las regiones afectadas”. “El ferrocarril que conduce a Melnik puede sufrir las consecuencias de la destrucción de un dique y la repetición de la terrible inundación del año 2002”. “En el Moldava se han reforzado las barreras de defensa”.
¿Será posible que todo sea tan catastrófico? Para aclarar la situación hemos llamado por teléfono al director de la versión electrónica del diario Halo noviny de Praga, Roman Janouch. He aquí lo que dijo:
–La situación no es tan dramática como puede parecer a primera vista. En efecto, en Praga está restringida la circulación del metro, han sido modificadas las rutas del transporte por superficie, existen problemas de comunicación con las ciudades vecinas, por ejemplo, con Pilzen. Algunos barrios de las zonas adyacentes al Moldava están bajo las aguas. Pero la vida de las personas no corre peligro…
–Pero se informa de que cinco personas han muerto.
–Según tengo entendido, por el momento son cuatro y no son vecinos de Praga.
–¿Continúa la evacuación de personas?
–Más que nada tiene lugar en los pueblos cercanos a Praga y en la zona en la que el agitado riachuelo Berounka desemboca en el Moldava. En nuestra ciudad, han sido evacuados los habitantes del distrito Karlín que está bastante inundado. Pero estimo que las numerosas noticias sobre evacuaciones se deben al deseo que recibir parte de los medios del Fondo de Solidaridad que concederá la Unión Europea para eliminar las consecuencias también en Alemania y Austria. Los alemanes realmente se han visto muy afectados. La ciudad de Passau está casi completamente debajo de las aguas. Dicen que desde el siglo XV nada semejante ocurrió.
–¿No necesita la República Checa ayuda de Rusia la cual ya fue ofrecida en 2002? Dicho sea de paso, tenemos un buen servicio de socorristas en el Ministerio de Emergencias.
–Pienso que las regiones afectadas con gusto recibirían cualquier tipo de ayuda. Pero a Praga difícilmente le haga falta, nosotros mismos salvaremos las dificultades.
–¿Dónde se encuentra usted ahora?
–Como siempre en la redacción del diario, en el propio centro del distrito Praga 1, en la calle Presos Políticos. Estamos a un kilómetro y medio de río Moldava y muy cerca de la plaza Vaclav. Trabajamos como de costumbre.
–¿Y cómo llega usted al trabajo?
–Como siempre, una parada en tranvía, una parada en autobús y después en metro. El autobús no pudo pasar por la plaza Hostivařské, cambiaron la ruta y por eso perdí un poco más de tiempo para llegar. Estimo que el cierre de las líneas de metro, así como la evacuación de los damnificados y el cese de las labores de las escuelas primarias en los lugares en los que el agua no llega en general, son medidas preventivas. Todos aún recuerdan la inundación de Praga de hace once años.
–¿Los monumentos históricos no sufrieron daños?
–Precisamente estamos publicando un reportaje fotográfico de la célebre isla de Kampa en el Moldava. Se ve que el nivel de las aguas en torno a ella se ha elevado, pero los numerosos museos funcionan, no están anegados. En los alrededores hay mucha gente. Los turistas y simplemente la gente del lugar se dispersaron por el paseo con cámaras fotográficas para fotografiar el nivel máximo de subida de las aguas. Es una suerte de turismo en medio de la inundación, pero no hay de que alegrarse. Hay distritos realmente inundados, como el que limita con el río Kocába, casas destruidas y víctimas mortales. Y, por último, en el territorio la antigua República Democrática Alemana las aguas están cobrando fuerza a gran velocidad. Las inundaciones siempre causan desastres.
LaVozdeRusia |